Uso inadecuado de la tecnología, aparatos electrónicos de comunicación y entretenimiento pueden ser de gran ayuda en el trabajo y en el esparcimiento, pero también una fuente de problemas y de riesgos cuando no se los usa adecuadamente.
Un caso particularmente grave de esta cuestión es el uso de teléfonos celulares cuando se conduce, lo cual crea riesgos para el que maneja y para otras personas. No obstante, como muestran las estadísticas de infracciones de tránsito, se trata de una costumbre que se extiende. Por eso, debe ser revertida apelando a la educación vial y a las correspondientes penalizaciones.
Otro caso es la introducción de MP3 en las escuelas, los cuales pueden distraer a los alumnos en su trabajo. Movilizada por este problema, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires elaboró un proyecto para prohibir el uso de esos aparatos en las escuelas provinciales. Si bien la iniciativa ha generado rechazos, es evidente que, si los docentes y las familias no logran que los chicos utilicen responsablemente los aparatos, sin obstruir la tarea educativa, la prohibición puede resultar la única alternativa razonable. Salvo que se quiera priorizar, en el ámbito de la escuela, el entretenimiento a la educación.
El chat es, sin duda, unos de los reyes de internet. Se trata de un curioso sistema de comunicación que nos permite defendernos de nuestras frustraciones porque, generalmente, lo que contamos a los que tenemos al otro lado no son más que una sarta de mentiras. Sin embargo, ese mundo irreal, solo dura mientras estamos conectados, porque cuando termina se vuelve a la cruda realidad.
En el caso de los más jóvenes puede resultar especialmente perjudicial para aquellos con tendencia al aislamiento social y que no tienen amigos.
Debido al anonimato, solo de identifican por un nick o apodo, se produce una actitud de desinhibición por las partes en contacto. Es por tanto un magnífico campo de abono para delincuentes, principalmente de carácter sexual
Las posibilidades de comunicación a través del internet se han ampliado y diversificado desde los ochenta, cuando fuera sólo entonces un dispositivo disponible al sector militar y algunas academias de Estados Unidos. Su evolución ha sido rápida. Millones de mensajes se intercambian cada hora. Las distancias se han empequeñecido. Un fecundo logro para la especie humana.
Sin embargo, también ha aparejado perversas consecuencias. La “comunicación” no es auténtica; es una modalidad más del enajenamiento que ha traído consigo la sociedad post-industrial. Es ilusoria y artificial. La correspondencia epistolar género literario y humanista de otras épocas- se ha desvanecido. Ni escribimos a mano ni usamos el estilo personal. El suicidio de la correspondencia en sobre y con estampilla es una evidencia de la lejanía entre los humanos que contrasta con la aparente vecindad geográfica.
Por añadidura, la multiplicación de los sitios y su comercialización abren múltiples riesgos. Uno de ellos es el uso arbitrario que algunos de ellos pueden hacer de nuestros datos personales, incluyendo nuestras tarjetas de crédito. Existe una extendida compra y venta de nuestras direcciones. Con la consiguiente invasión electrónica de nuestra privacidad.
Y como si esto no fuera suficiente, los juegos y la pornografía han multiplicado las oportunidades para consumir nuestro tiempo y la precaria moralidad con cuadros y movimientos artificiales que alimentan una nueva especie de embriaguez y enclaustramiento.
Lo publicado por Alejandra es muy cierto, aunque el uso que les querramos dar a las tecnologías y a los aparatos electrónicos depende de nosotros mismos, ya que esta en nosotros sacar el máximo provecho de ellos...
ResponderEliminarATTE. ARMANDO RAMÍREZ SANTACRUZ
Definitivamente hay que tener mucho cuidado con la tecnología así como nos proporciona grandes ayudas, también puede entorpecer nuestra realidad. Cómo docentes es imprescindible hacer críticos a nuestros alumnos, para que las aprovechen de la mejor manera.
ResponderEliminarAtte. Miriam Verónica Ortiz Calzada
Es muy cierto e interesante que el empleo de la tecnología nos ayuda y simpilifica muchas tareas. Y siempre tener en cuenta los riesgos y peligros que estos nos pueden generar,
ResponderEliminarya depende de cada uno el empleo que les queramos dar.